En Abidis, llevamos más de 30 años desarrollando cosméticos profesionales pensados para cuidar la piel de cada persona, porque sabemos que cada piel es única y tiene necesidades específicas. Entre todos los hábitos de cuidado, hay uno que nunca puede faltar: la protección solar diaria.
Sí, incluso en invierno, incluso si está nublado, incluso si solo sales cinco minutos a la calle.
Hoy queremos explicarte por qué la fotoprotección es esencial los 365 días del año y cómo puedes integrarla de forma inteligente en tu rutina diaria.
El sol siempre está, incluso cuando no lo ves
Cuando pensamos en daño solar, nos vienen a la cabeza las quemaduras de verano en la playa. Pero lo cierto es que el verdadero peligro son los efectos acumulativos y silenciosos de los rayos ultravioleta, que afectan a nuestra piel durante todo el año.
Los rayos UVA y UVB, presentes todo el año, y la luz azul de dispositivos electrónicos son factores que dañan la piel, aceleran su envejecimiento y pueden provocar manchas, arrugas y otros problemas cutáneos si no se protege adecuadamente.

¿Cómo y cuándo aplicar el protector solar facial?
Es recomendable:
☀ Cada mañana, como último paso de la rutina facial (después de limpiar, tonificar e hidratar).
☀ Reaplicar cada 2-3 horas si vas a estar expuesta/o al sol, aunque sea invierno.
☀ No olvidar zonas como orejas, cuello, escote y manos, que también sufren el impacto solar.
☀ Combinar con sombreros, gafas de sol y ropa adecuada cuando haya exposición intensa.
Recuerda: el protector solar no es solo para los días de playa, es para todos los días del año.
Los mitos más comunes (y falsos) sobre la protección solar
🚫 “Si tengo piel morena, no necesito protección.”
Falso. Todos los tonos de piel pueden sufrir fotoenvejecimiento y daño solar.
🚫 “En invierno no hace falta protector solar.”
Falso. Los rayos UVA atraviesan las nubes y las ventanas, así que afectan igual.
🚫 “Si trabajo en oficina, no me da el sol.”
Falso. Las pantallas y la luz artificial también contribuyen al estrés oxidativo en la piel.

En resumen, proteger la piel del sol no es solo una medida estética, es un gesto diario de cuidado y prevención que garantiza una piel más sana, joven y luminosa a largo plazo. Incorporar la fotoprotección facial todo el año, sin importar la estación, es clave para prevenir daños acumulativos y mantener la salud cutánea. En Abidis, creemos que cada piel merece lo mejor, y por eso ofrecemos soluciones profesionales que acompañan y potencian tu rutina diaria.
¡¡Porque cuidar tu piel hoy es invertir en su belleza y bienestar del mañana.!!