La primavera, el verano, el otoño y el invierno, vienen acompañados de diferentes características climáticas a las que nuestra piel se tiene que adaptar y hacen que estos cambios de temperatura le afecten directamente.
El otoño especialmente, además viene acompañado de otro tipo de características como la vuelta de vacaciones, vuelta a la rutina y disminución de horas de luz que también afecta a nuestro ánimo y por tanto a la piel.
Cuando el otoño comienza, el aire se enfría y se vuelve más seco, nuestras glándulas sebáceas, comienzan a segregar menos grasa, sudamos menos, y nuestra piel hace todo lo posible por mantenerse hidratada, cuando se acerca el invierno esto se intensifica, y el reto es cada vez mayor.
La llegada del frío, hace, sobre todo en las pieles más sensibles, que aparezca sequedad e irritación, siendo nuestra piel más propensa a rojeces e inflamación. El frío puede provocar “grietas” en las capas externas de la piel, quedando comprometidas sus funciones, desajustando el manto hidrolipídico, y empeorando considerablemente nuestra barrera natural.
Para paliar y frenar estos efectos en la piel, Abidis cuenta con Eclatium II, que entre sus activos cuenta con ceramida 2, manteca de karité, vitamina e, vitamina b3 ,entre otros para preparar la piel ante estas inclemencias , hidratar, calmar, y reparar nuestra barrera natural.
Así mismo por la noche, utilizaremos Protein DNA , una crema recuperadora del estrés oxidativo y paredes celulares que restaurará nuestra piel después de la exposición a las inclemencias del día a día, gracias a activos como el aceite de chía y onagra, y theoporosia purpurea que además disminuye el cortisol, vitaminas e y c, etc.
Ayuda a la salud de tu piel cuando más lo necesita y acude con regularidad a tu centro Abidis.