Las fiestas navideñas son un momento de ilusión, reencuentros y celebraciones… pero también pueden ser días de mucho ajetreo, estrés y falta de tiempo para nosotrxs mismxs. Por eso, hoy te proponemos un regalo muy especial: una rutina de belleza navideña relajante para rostro, cuello y escote. Un momento solo para ti, para desconectar, respirar y reconectar con tu piel.
Paso 1: Ambiente y respiración
Antes de comenzar, prepara el ambiente:
- Elige un espacio tranquilo.
- Coloca una vela o difusor con aroma relajante (lavanda, vainilla o canela).
- Pon música suave o simplemente disfruta del silencio.
Tómate 3 minutos para respirar profundamente. Inhala por la nariz, exhala por la boca. Repite. Este simple gesto reduce el estrés y prepara tu cuerpo para un momento de autocuidado consciente.
Paso 2: Limpieza profunda
Elimina restos de maquillaje, impurezas y contaminación. Aplica un limpiador suave con movimientos circulares ascendentes, también en cuello y escote. Retira con agua tibia y una toalla suave. La limpieza no solo purifica: también te conecta con tu piel y te permite empezar de cero.
Paso 3: Exfoliación suave
Una o dos veces por semana, aplica un exfoliante facial suave que elimine células muertas y aporte luminosidad. No olvides el cuello ni el escote, zonas muchas veces olvidadas y que también necesitan atención.
Masajea sin frotar, con movimientos lentos. Este gesto activa la microcirculación y mejora la absorción de los productos posteriores.
Paso 4: Mascarilla reparadora
Elige una mascarilla nutritiva o calmante y extiéndela por rostro, cuello y escote. Mientras actúa, siéntate o recuéstate, cierra los ojos y aprovecha para meditar, leer o simplemente descansar.
Después de 15-20 minutos, retírala con agua tibia o una esponja suave. Sentirás la piel más suave, luminosa y revitalizada.
Paso 5: Masaje hidratante
Aplica tu crema o sérum habitual y realiza un automasaje facial con movimientos lentos y ascendentes:
- Desde el centro del rostro hacia los lados.
- Desde el mentón hacia las orejas.
- Desde la base del cuello hacia el rostro.
- En el escote, con movimientos circulares ascendentes.
Este masaje estimula la circulación, relaja los músculos faciales y reafirma la piel. Puedes utilizar las yemas de los dedos, un gua sha o un rodillo facial.
Paso 6: Toque final de bienestar
Cierra tu rutina aplicando una bruma facial o agua termal para sellar la hidratación y refrescar la piel. Finaliza con una afirmación positiva o un agradecimiento hacia ti mismx: “Me merezco este momento”, “Hoy elijo cuidarme”, “Estoy presente”.
Esta Navidad, regálate cuidado
Entre regalos, cenas y compromisos, no olvides lo más importante: tú. Esta rutina no es solo estética, es bienestar. Porque cuidar la piel es también cuidar el alma.
Haz de este ritual tu momento navideño favorito.
